De Cortadito a Tribeca: El viaje de “Esta Isla”
Nos llena de entusiasmo ser parte del crecimiento del cine puertorriqueño. Disfrutamos ver cómo proyectos que iniciaron su camino en Cortadito evolucionan hasta convertirse en largometrajes y logran proyectarse en festivales internacionales. Eso nos emociona profundamente.
Tal es el caso del filme Esta Isla. Sin embargo, su historia comenzó de manera distinta: nació como un largometraje desde el inicio, pero sus creadores decidieron adaptarlo a formato corto para participar en nuestra competencia. Hoy, ese largometraje es una realidad que se presentará este próximo sábado, 7 de junio, en el prestigioso Tribeca Festival en la ciudad de Nueva York.
Nos interesamos en conocer más sobre esta experiencia, y por eso conversamos con Cristian Carretero y Lorraine Jones Molina, directores y productores de Esta Isla. A continuación, compartimos algunas preguntas y respuestas sobre su proceso creativo y su participación en el Tribeca Festival. ¡Enhorabuena!
FCEPR: ¿Cómo nació la idea original de Esta Isla y qué los motivó a contar esta historia primero como un cortometraje?
La idea de ESTA ISLA siempre fue la de un largometraje. Surgió de una necesidad de hablar sobre la adolescencia y ese proceso de búsqueda de identidad. Creamos un paralelo entre la isla de Puerto Rico y el individuo como isla. Al decir “esta isla”, hablamos de Puerto Rico como el macro y del individuo como el micro. En la adolescencia nos entendemos como seres únicos y nos preguntamos quiénes somos y hacia dónde vamos; nos vamos definiendo como personas frente al mundo. Lo mismo le ocurre a naciones en desarrollo como Puerto Rico, que se encuentran en una interrogante existencial.
También nos inspiraron películas de “lovers on the run”, como Bonnie and Clyde y Badlands, entre muchas otras. Son películas que exploran tanto el panorama físico del país —al ser también road movies— como el paisaje interno de los personajes, tocando temas filosóficos y psicológicos. De cierta manera, muestran cómo el entorno moldea al individuo.
Encontramos en esa estructura una forma de hablar de distintos problemas que enfrenta el Puerto Rico contemporáneo. Además de invitar a la reflexión, la película entretiene con elementos de suspenso, acción, misterio y una belleza cinematográfica muy particular.
Cuando fuimos comisionados para hacer un cortometraje para el festival Hecho en Europa, decidimos trabajar la idea del largo en forma de corto. Fue un ejercicio valioso para adentrarnos en el mundo de la película y conocer mejor a los personajes. Basamos el cortometraje en la premisa inicial; lo vimos como una oportunidad para explorar el primer acto del largometraje.
FCEPR: ¿Cuál fue el mayor desafío al adaptar el cortometraje a un formato de largometraje?
En este caso fue lo opuesto: adaptamos el largo para hacer un corto. Escribir siempre es un desafío, pero la investigación ayuda mucho. Explorar los espacios y comunidades, adentrarse en el mundo de la película, hablar con personas parecidas a los personajes, leer sobre la historia de los lugares, escuchar conversaciones… todo alimenta la idea, y poco a poco la película se va revelando. Los personajes cobran vida y empiezan a hablar y comportarse por sí solos.
Es un proceso continuo, en constante evolución. Siempre hay que estar abiertos para poder capturar ese hilo de verdad que el cine puede atrapar. El guion fue evolucionando al mismo tiempo que lo hacía la realidad boricua. Vivimos muchos cambios después de María, los terremotos, la renuncia de Ricky Rosselló, etc., y el guion se fue ajustando a estas nuevas realidades.
La mayoría del guion está basado en cuentos y eventos que presenciamos durante la etapa de investigación. Pero durante el rodaje siempre estuvimos abiertos a dejarnos guiar por el momento. El guion era un mapa, pero nunca dejamos que limitara la creatividad en el set.
FCEPR: ¿Cuánto tiempo les tomó este proceso y cómo evolucionó la historia durante ese tiempo?
Nos tomó muchos años hacer esta película. Después del cortometraje, continuamos trabajando el guion del largometraje. Fue durante la pandemia cuando nos dedicamos de lleno a la reescritura y tomamos la decisión de que íbamos a filmar esta historia, pasara lo que pasara, sin importar los obstáculos. Vale destacar el apoyo y patrocinio de la Comisión de Cine de Puerto Rico (DECC), sin el cual el cine en la isla sería prácticamente imposible. La historia fue desarrollándose hasta convertirse en lo que es hoy.
FCEPR: ¿Cómo cambió su enfoque creativo cuando pasaron de un equipo pequeño de corto a una producción más grande?
Siempre trabajamos con un equipo pequeño: entre 17 y 30 personas máximo en el crew.
FCEPR: ¿Hubo nuevas colaboraciones (guionistas, actores, técnicos) que transformaron la película?
Gracias a un fondo de desarrollo de Ibermedia, contratamos a Kisha Tikina Burgos para que nos ayudara a plasmar un primer borrador a partir del material que habíamos ido generando. Fue un proceso muy bonito y enriquecedor trabajar con ella. Luego participamos en un taller de desarrollo de Ibermedia, donde recibimos mentoría en el guion de [nombre] y en la parte de producción de Diana Bustamante. Más adelante, el proyecto también formó parte de un taller de desarrollo en Cuba.
Han sido muchos los procesos y apoyos que nos ayudaron a llevar el guion a donde finalmente llegó. Pero, principalmente, fue un proceso de escritura entre nosotros dos (Cristian y Lorraine). Todas las personas —crew y elenco— que nos acompañaron fueron fundamentales para contar esta historia. Nos gusta tener un espacio de colaboración donde todos aportamos algo al set y nos escuchamos. El elenco se entregó completamente a sus personajes, y sin eso, una buena película no sería posible.
FCEPR: ¿Qué significa para ustedes presentar Esta Isla en el Tribeca Festival?
Estar en el Festival de Tribeca es un sueño hecho realidad. Hemos vivido en Nueva York y amamos esa ciudad. Hay tantos latinos y boricuas, tanta historia y cultura compartida. Poder llevar ESTA ISLA a este público nos llena de alegría. Tribeca es un festival que nos apoyó y creyó en el proyecto. Más que nada, es un espacio que le dará al filme la visibilidad que merece.
FCEPR: ¿Qué le dirían a cineastas que están considerando convertir su cortometraje en un largometraje?
Creo que, si vas a hacer cine, debes hacerlo porque te apasiona tanto que no puedes hacer otra cosa. Si esta es tu pasión, lucha por crear tu visión. Si empiezas con un corto y luego quieres hacer un largo, lo recomiendo: ya has entendido mejor el mundo y los personajes.
FCEPR: ¿Ya están pensando en su próximo proyecto? ¿Les gustaría repetir este proceso de evolución desde lo pequeño a lo grande?
Tenemos varios proyectos que nos entusiasman trabajar próximamente. No descartamos empezar desde lo pequeño para llegar a lo grande. Todo depende del proyecto y los recursos disponibles.
¡Le deseamos el mayor de los éxito a Esta Isla en Tribeca Festival!